
Definiendo una estrategia de inversión
Lo más importante para proponer un plan de inversión, es poder desvelar quién es el cliente y que busca hacer. Este proceso, el cual inicia en una reunión de descubrimiento, tiene como fin, presentar una estrategia que inversión que sea cónsona con todas las particularidades compartidas.
Identificando un mandato de inversión
Como asesores, nuestro objetivo inicial debe ser tratar de identificar el mandato de inversión. En otras palabras, crear un plan de acción que depende de las necesidades, objetivos y limitaciones del cliente.
Estas “necesidades, objetivos o limitaciones” son variadas, desde el empresario que desea asegurar su legado patrimonial a la pareja joven que busca afrontar los gastos educativos de sus hijos.
En cada instancia, no solo son metas distintas, pero las actitudes y experiencias pueden variar drásticamente el cual se debe de tomar en consideración.
La analogía que usamos es “forma y función”. Similar al diseño de una casa, una “inversión” debe reflejar tanto las necesidades de los clientes como las limitaciones y consideraciones principales.
¿Diseñarías una casa de cuatro cuartos para una pareja recién casada?
¿Sería prudente incorporar una estrategia de inversión especulativa para una persona recién jubilada?
Encontrando el perfil del inversionista
El perfil de inversión de una persona se define por una combinación de factores los cuales evolucionan en el tiempo. La edad de un inversionista, su capacidad de generar excedentes de ahorro, su experiencia financiera o bursátil al igual que sus aptitudes ante la volatilidad del mercado son piezas centrales.
Preguntas como:
- ¿Cómo te sentirías si el mercado cae o sube un 20%?
- ¿Venderías?
- ¿Comprarías más acciones?
- ¿Te mantendrías paciente?
- ¿Cómo te afectaría esta experiencia hacia el futuro?
Son importantes para comenzar a desvelar actitudes que ayudan a definir el mandato.
Hay que estar preparados para evolucionar
El mercado bursátil cambia por segundos. Tus metas, necesidades y actitudes también cambiaran en el tiempo.
Como asesores, lo más importante de nuestra gestión es comprometernos a mantener una relación abierta y corriente con nuestros clientes, sobre el cual podemos sugerir cambios para que ese portafolio de inversión sea siempre consecuente con el presente.